Una visión divina no se cumple de un día para otro, sino que conlleva un proceso. Como apóstol de esta Casa, tengo la visión en mi corazón y se la transmito a todos los creyentes que conforman esta familia de Dios. El proceso de desarrollar la visión de Dios para esta Casa, lo llevamos adelante manifestando Su poder sobrenatural en cada etapa de la visión. Nada hay en esta visión que se pueda hacer de manera natural o con fuerza humana. Todo requiere la intervención del poder sobrenatural de Dios.
Y Jehová me respondió, y dijo:
Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. — Habacuc 2:2-3
Es aquella etapa del proceso de la visión en la que ganamos almas para Cristo. TODO miembro de la iglesia debe ser un ganador de almas. Nuestro evangelismo es sobrenatural, pues no sólo predicamos la Palabra y testificamos, sino que también manifestamos pruebas del poder de Dios a través de milagros, sanidades, palabras proféticas y de ciencia.
Es aquella etapa del proceso de la visión mediante la cual se cimenta, asegura, consolida la decisión del nuevo creyente (NC) y se le da el seguimiento apropiado hasta que desarrolle los fundamentos básicos de su nueva vida en Cristo, para que luego forme parte de un grupo de discipulado.
Es aquella etapa del proceso de la visión en la que ganamos almas para Cristo. TODO miembro de la iglesia debe ser un ganador de almas. Nuestro evangelismo es sobrenatural, pues no sólo predicamos la Palabra y testificamos, sino que también manifestamos pruebas del poder de Dios a través de milagros, sanidades, palabras proféticas y de ciencia.
Es aquella etapa del proceso de la visión mediante la cual se cimenta, asegura, consolida la decisión del nuevo creyente (NC) y se le da el seguimiento apropiado hasta que desarrolle los fundamentos básicos de su nueva vida en Cristo, para que luego forme parte de un grupo de discipulado.
El objetivo de discipular es enseñar, entrenar, equipar, activar y pastorear ya que se busca el crecimiento constante y continuo de la persona.
Líderes son enviados dentro de la iglesia local, con el ADN de esa Casa y equipados con el poder y los dones necesarios para extender el Reino de Dios por medio de desarrollar cada una de las tareas que se le encargan. También, a medida que crecen espiritualmente, pueden ser promovidos y enviados como diácono, anciano o ministro, según el llamado que Dios tenga para su vida.